La noche de este jueves, un hombre, con pistola en mano cargada con 5 tiros, atacó a la vicepresidente de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner a la entrada de su casa, pero resultó un atentado fallido ya que el arma, aunque fue gatillada, no provocó disparo alguno.
El incidente se produjo frente a cientos de manifestantes que se habían congregado desde hace días fuera de su domicilio para respaldar a la vicepresidente en un juicio que se le sigue por corrupción.
En las imágenes de televisión se puede ver a un hombre apuntando a Cristina Kirchner con el arma en medio de una multitud, la gatilla en al menos dos ocasiones, pero no salió ningún disparo.
De inmediato, los elementos de seguridad de Cristina Fernández sometieron al agresor y recuperaron el arma. Las primeras versiones hablan de que la pistola escuadra cargada con 5 balas se encasquilló, es decir, se trabó.
La respuesta de los guaruras también ha sido cuestionada, ante su nula acción preventiva, ya que denuncian que se relajaron las medidas de seguridad debido a que los manifestantes apostados al exterior del domicilio de Fernández de Kirchner estaban ahí para apoyarla.
Este atentado fallido sucede en el momento más álgido de una crisis social y política derivada del extremo fracaso económico que tiene hipotecada a la nación entera. En términos prácticos, Argentina, como país, ha desaparecido y ahora es una empresa del Fondo Monetario Internacional, las Open Society de George Soros y otros acreedores que representan intereses geopolíticos, como el mismo Foro Económico Mundial, entidades que rigen la vida en el país, por lo que la sociedad distingue en los políticos y funcionarios, no a sus servidores, sino a gerentes de estas instituciones que no representan a los argentinos, al pueblo; por lo que buscar de dónde provino la orden del atentado será un dolor de cabeza ante la gran inestabilidad del país.
Por lo pronto, lo que se sabe es que el hombre que atacó sin éxito a la vicepresidente argentina Cristina Fernández, se llama Fernando Andres Sabag Montiel, es un brasileño de 35 años, que tiene antecedentes penales de portación de armas, armas artesanales o hechizas, y en 2021 lo detuvieron flagrante empuñando un cuchillo que, alegó, era para su defensa personal.
Momentos después del intento de asesinato, Cristina Fernández de Kirchner siguió firmando autógrafos y sonriendo a sus simpatizantes.
El ataque fallido despertó el repudio de la comunidad internacional, y el Papa Francisco y varios mandatarios, entre ellos López Obrador, han expresado su repudio y solidaridad, y manifiestan su beneplácito de que Cristina Fernández haya salido con vida.
Deneck Inzunza.