Un día las cosas cambiaron. A los capitalinos se nos apareció el diablo. La guerra de cárteles que se vivía en el estado de Guanajuato llegó a la capital y comenzaron a presentarse ajustes de cuentas y la ciudad se sumergió en un ambiente de zozobra, que, si bien no era epicentro de los combates por las plazas, los coletazos de esa guerra comenzaron a sembrar el pánico.

Coincidió con el final de la administración 2015-2018 y el inicio de la 2018-2021, un año antes de la pandemia, que la guerra llegó y se recrudecieron los actos de extrema violencia, sello de los contendientes por las plazas, ante el terror social de verse como ciudad como parte activa de ese sangriento conflicto delincuencial.

Desde entonces hasta hoy, ha habido alrededor de 150 homicidios dolosos con la firma del narco en la ciudad, y la cifra sigue en aumento.

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