Cada noche del 30 de julio en el cerro de la bufa se abre la cueva que mantienen encerrada a una bella princesa quien busca ser rescatada por un hombre valiente para desaparecer el embrujo y la ciudad pueda ser desencantada deslumbrando sus riquezas.

Cuenta la leyenda que una joven y bella princesa fue hechizada por un brujo avaricioso quien quería adueñarse de sus riquezas tratando de ganar su corazón, pero al ser rechazado por la joven, la condeno.

Fue entonces que un día, un joven pastor que acostumbraba llevar su rebañando al cerro de la bufa, escucho una dulce voz detrás de las rocas, pero pensó que era el viento silbando y no le dio importancia pues ya había escuchado a varios pastores hablar sobre extrañas voces que se escuchaban en ese lugar, sin embargo la voz se hizo más clara e insistente por lo que el pastor rodeo la roca encontrando una cueva que y había visto, pero nunca le dio importancia, volvió a escuchar la voz y fue en ese entonces que encontró  una hermosa joven que clamaba ayuda.

La bella mujer dijo ser una princesa a quienes los demonios la habían hechizado y le suplico que la ayudara… pidiéndole que la llevara en brazos hasta la parroquia, conocida hoy como Basílica Colegiata de Nuestra Señora de Guanajuato, de esta manera el embrujo desaparecería, ella recobraría su forma humana, la ciudad se desencantaría dejando ver todas sus riquezas y a cambio, el pastor podría quedarse con una parte de esas fortunas y el privilegio de desposar a la princesa.

El joven cedió ante la hermosura de la princesa y aceptó ayudarla, sin embargo, tendría que hacerlo bajo ciertas condiciones: en el transcurso del camino no debía voltear su vista hacia atrás en ninguna circunstancia, dejando pasar por desapercibida toda voz amenazante que pudiera escuchar de los demonios y tendría que llegar a la parroquia antes de que la cueva de ese cerro, que se abre solo la noche del 30 de julio y se cierra justamente el 31 de julio.

Después de un gran tramo recorrido, escucho unas amenazantes voces a sus espaldas que a cada paso se volvían más infernales le provocaron angustia y al sentir un extraño peso sobre su espalda volteo sin pensarlo, al instante la bella princesa se transformó en una serpiente mientras el pastor quedó petrificado.

Ahora se dice que ambos permanecen en la cima de aquel cerro, el joven convertido en un enorme peñasco conocido como “El Pastor” y la princesa en la gigante roca sobresaliente conocida como “La Bufa”.

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