El bullying define la conducta de persecución física y/o psicológica que realiza un estudiante contra otro de forma negativa, continua e intencionada, por cualquier medio, en donde se busca intimar, someter, amedrentar o atemorizar, ya sea dentro de las instalaciones de una institución educativa o fuera de ella.
En México, 18 millones 782 mil alumnos de primaria y secundaria son víctimas de bullying, de acuerdo con un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
El bullying ha cobrado vidas, recordemos el reciente caso de Norma Lizbeth, estudiante de tan solo 14 años, de la Escuela Secundaria Oficial 0518 Anexa a la Normal de Teotihuacán “Los Jaguares”, quien desde hace meses era víctima de bullying por parte de sus compañeros y ante la falta de conocimiento y herramientas sanas para poner un alto a esta situación, en su desesperación, decidió enfrentar a una de sus agresoras, encuentro del cual, salió sin vida.
Norma Lizbeth, estaba a punto de cumplir xv años, su madre menciona que se encontraba entusiasmada llegar a ese día, sin imaginar, que el sueño le sería arrebatado de la peor manera, su madre exige justicia.
Esta situación no está lejos nuestro entorno, en días pasados en Guanajuato, recibimos un reporte similar, en donde 2 estudiantes de la comunidad de puentecillas, pertenecientes al SABES, tuvieron una pelea a puño cerrado, las razones exactas de desconocen, pero sin duda esto enciende los focos rojos ante el daño psicológico, físico, o en el peor de los casos ante un posible asesinato.
Es por ello la importancia de no ignorar cualquier señal o conducta atípica por parte los niños, adolescentes e incluso jóvenes, para prevenir daños irreparables.