¡Pinches Momias! pinches autoridades. Permisos para grabaciones en la ciudad Patrimonio de la Humanidad, deberían ser más estrictas para evitar dañar el intangible de su peculiar cultura.

Hace un año, cuando empecé de reportero del equipo del Sistema de Noticias de Tv Guanajuato, me tocó cubrir como la producción, de la entonces nueva plataforma digital de la otrora poderosa empresa televisiva durante la dictadura.

Pinches momias, fue una producción muy mal aceptada por los capitalinos, los cierres en las principales calles y plazas no tenían clemencia, no respetaban el paso y maltrataban a quienes tenían que acudir a algún trámite o cita, y nadie podía acceder o siquiera acercarse a los edificios obstruidos por las necesidades de la producción, toda la ciudad durante un par de semanas.

El permiso de este tipo de grabaciones no es fácil, usted sabe lo difícil que es siquiera vender fruta en la ciudad acechada por un sistema muy eficaz de fiscalizadores.

Una grabación cinematográfica, sugiere una concesión, que, en Guanajuato, es calificada como publicidad gratuita.

Incluso, las autoridades eran tan estrictas, que, durante las polémicas grabaciones, afirmaron que el permiso, se daba en condiciones de cambiar el nombre de la serie, que daba un pésimo enfoque a un problema social muy reciente en la vida capitalina.

La revaluación del entendimiento del fenómeno de la conservación de los cuerpos áridos y no llamarles momias como parte de una evolución en el lenguaje y mucho menos pinches, si se entiende que gracias a la película del Santo durante 1972 el entonces poderoso medio cinematográfico, difundió el extraordinario lugar que es Guanajuato, tanto por su increíble y siempre reflexivo Museo de las Momias de Guanajuato.

Al ver la serie para entender sobre los beneficios que esta representa a la ciudad, no puedo más que expresar la insensibilidad de quienes ahora administran los bienes públicos, en virtud de sus relaciones públicos con los medios nacionales e internacionales.

En fin, es necesario resaltar: que aquí existe una industria cultural con un elevado valor inmaterial, que esta serie trató de volver a explotar y como resultado queda la porquería de producto audiovisual de 8 capítulos que no tuvo segunda temporada, deja claro la poca importancia que las autoridades dan al valor público e intangible de Guanajuato y se lo entregan a cualquiera que lo pida con tal de agradar.