Como en los tiempos de la dictadura, antes de un evento político, era común ver a los trabajadores de mantenimiento pintando las calles y arreglando baches, antes de la llegada del político.
Sobre todo, después de que la semana pasada, se pudo ver a los trabajadores del municipio, enchulando la Plaza de Toros, en el barrio de la Santa Fe, que fue señalada por este medio como una trampa mortal para quienes fueran obligados a asistir al evento político, más que administrativo, ahora se encarguen del emblemático estadio de béisbol sede el miércoles del informe de la Presidenta del DIF municipal.
Sin lugar a duda, a cualquiera enoja ver como se utilizan los recursos públicos, para eventos de lucimiento personal de la esposa del presidente municipal, incluso, violatorios de la ley electoral, si se entiende, que esto parece más un acto de campaña con 5 mil acarreados, que una obligación administrativa ordinaria.
Para colmo a nadie escapa que dicha institución del bienestar familiar ha dejado en el olvido lo mismo a adultos mayores, jóvenes con problemas de adicciones y hasta a los que padecen hambre y tiene que acudir a un albergue o cocina solidaria que han dejado de operar por meses, sin que ello se vaya a admitir en dicho informe.