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Cultura

La leyenda de la calle del truco en Guanajuato Capital

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Guanajuato es místico desde sus inicios, por ello hay muchísimas historias que enriquecen el folclor cultural de la ciudad. Una de las historias más interesantes tiene que ver con una calle que se encuentra en pleno centro histórico, muy cercas del Jardín de la Unión y la Plaza de la Paz.

Se trata de la Calle del Truco que se puede atravesar caminando tranquilamente a cualquier hora y a sus costados tiene inmuebles con fachadas muy estéticas que le dan una imagen muy linda. El sitio se encuentra a un costado de la icónica Basílica de Guanajuato y su historia es la siguiente: 

Hace muchos años atrás, se cree que alrededor del año 1869, en una de las casas que se encuentran en esa calle se jugaba con frecuencia a las cartas. Cierta noche, un señor de nombre Martín Padilla se encontraba en una muy mala racha, pues durante toda la noche estuvo perdiendo las partidas. 

Conforme la noche avanzaba, el señor apostaba lo que ya no se podía apostar en un acto desesperado de recuperar todo. Se dice que cuando finalmente se había rendido y se disponía a regresar a su casa sin ni un peso con su mujer, un hombre muy elegante le propuso una partida más y le ofreció devolverle todo lo perdido si era que le ganaba. 

Don Martín admitió que no tenía nada que apostar, pues ni casa tenía ahora. EL misterioso señor le propuso una macabra opción: la vida de su esposa. El pobre señor cedió ante las insinuaciones y aceptó. Su suerte no cambió y terminó por perder también a su esposa, ante tal hecho Martín le recriminó al hombre y este le reveló que su identidad: era el mismísimo diablo.

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Se cuenta que, tras esa revelación, sumado a la su desdicha de haber perdido todo, se quitó la vida. Actualmente los locales comentan que el señor Martín aparece en la calle del truco donde sigue lamentando su decisión de apostar todo, incluso la vida de su esposa.   

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Cultura

La leyenda de los cráneos colgantes de la Alhóndiga de Granaditas

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Guanajuato, Gto. – Después de la toma de la Alhóndiga por los insurgentes en 1810 y la posterior ejecución de los líderes de la Independencia: Hidalgo, Allende, Aldama y Jiménez en 1811, sus cabezas fueron colgadas en jaulas de hierro en las esquinas del edificio como una advertencia para el pueblo.

¡Estuvieron ahí expuestas por más de 10 años! Donde se pudrieron, derramaron sangre y fluidos por los muros del inmueble. La gente evitaba pasar cercas por el temor de apreciar las cabezas y quedar malditos.

Se conoce que las cabezas fueron bajadas y enterradas en el camposanto de San Sebastián donde estuvieron muchos años hasta que fueron exhumadas y llevadas a la CDMX, donde continúan hasta la actualidad.

No obstante, pareciera como si sus almas se hubieran quedado atrapadas el último sitio donde estuvieron con vida, pues los veladores que cuidan el edificio, ahora convertido en un museo, aseguran que por las noches se escuchan lamentos que provienen de las esquinas superiores del edificio…

Algunos afirman ver sombras sin cabezas recorriendo los pasillos del segundo piso, incluso que se escuchan el tintineo metálico de las jaulas oxidadas donde mantuvo cautivas las cabezas, como si se meciera por la brisa, aún cuando no hay ninguna corriente.

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Entre voces se dice que uno de los veladores tuvo el infortunio de encontrar huellas frescas de pies descalzos ensangrentados que iban desde la esquina donde se colgó la cabeza de Miguel Hidalgo hasta la celda principal.

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Cultura

La leyenda del ahorcado de Mexiamora

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Cuenta la gente guanajuatense… que esto ocurrió después de la toma de la Alhóndiga de Granaditas, en noviembre de 1810. Tras la victoria de la independencia, el ejército realista retomó la ciudad con el fin de escarmentar a la población ejecutando a muchas personas en varias plazas de la ciudad.

Se instalaron horcas de madera y se distribuyeron a las víctimas. En la plaza de Mexiamora se ejecutaron a un total de 23 personas.

Se dice que entre estas victimas se encontraba un joven minero de 22 años, compañero del mismísimo Pipila y que momentos antes de ser colgado mencionó: “¡Viva la libertad! La fogata se ha extinguido y todo está en tinieblas”. Las personas de antes llegaron a comentar que el espíritu del joven atormentó a su verdugo hasta que perdió la locura: escuchaba voces y ruidos; incluso se le apareció y lo acusó por su cruel final.

Muchos aseguraran que a partir de entonces, el joven aparece en la plaza a altas horas de la noche.

Actualmente, locales que residen en la zona mencionan que ya muy entrada la noche la plaza toma un ambiente tenebroso y que a veces es acompañado por un ruido semejante de horcas siendo arrastradas, lamentos y susurros cuando no hay nadie más y la sensación de miedo inexplicable.

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Cultura

Leyenda del tesoro maldito en Valenciana, Guanajuato

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Guanajuato, Gto. – La gente guanajuatense cuenta que Antonio de Obregón, conocido como el Conde de la Valenciana, era un hombre profundamente ambicioso. A pesar de ser muy dado a la religión y financiar la construcción del bellísimo templo de San Cayetano, se rumoraba que tenían tratos con el diablo para mantener la veta rica en plata.

Se dice que cierta noche, mientras inspeccionaba personalmente la mina, le llegó la noticia de que un peón encontró una veta impresionante. Lejos de alegrarse, el Conde de la Valenciana ordenó que se sellara la entrada que daba a la veta y que únicamente debía abrirse cuando su alma descansara. El lugar quedó sellado con piedra y una cruz de hierro y hasta la fecha no ha sido abierto.

Luego de este suceso, los mineros que se acercaban al sitio mencionaban ver sombras, escuchar voces en un lenguaje desconocido y sentir un frío antinatural. Con el paso del tiempo, se comenzó a creer que estas incidencias eran consecuencia de un tesoro maldito, es decir, de la veta la cual nadie puede acceder sin pagar un elevado precio.

La gente de Valenciana murmura que cada 28 de octubre, aniversario de la muerte del conde, su espíritu baja a la mina vestido con su habitual capa, bastón y una vela negra, y se dirige a la rica veta de plata para checar que siga intacta. Incluso algunos afirman haberlo visto parado en la entrada del templo, como vigilando la riqueza que dejó enterrada.

¿Ya conocías esta leyenda? ¿Qué historias conoces acerca de Valenciana?

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