Nadie lo dice, pero los niños y jóvenes de la ciudad, se encuentran expuestos a todo tipo de drogas, oiga la historia que está sucediendo en la Secundaria 34 en Pueblito de Rocha.
Otra historia de consumo de drogas en escuelas de Educación Básica de la capital sucede en la Secundaria Técnica Número 34, en Pueblito de Rocha, padres de familia, se dicen impotentes ante la falta de operatividad de las autoridades escolares.
Desconsolado, un padre cuenta como tuvo que entregar a su hijo, a una granja de desintoxicación, para evitar que su pequeño siguiera consumiendo drogas, “sabes que es lo peor” se lamentó, es que la directora dice, que no se puede hacer nada y hay “por lo menos otros 4 jovencitos del grupo, que consumen cristal” con las consecuencias que estas adicciones, suelen tener en las familias.
Dos cosas hay que advertir, se recomienda conocer a profundidad, sobre las condiciones en que operan los servicios de internamiento, para acabar con las adicciones, ya que muy pocos de estos edificios, cuentan con algún reconocimiento gubernamental, es decir, operan al margen de la ley, por lo que se recomienda informarse muy bien antes de tomar la decisión de meter, sobre todo si es un menor.
Y que, por parte del gobierno estatal, la opción del modelo, Planeth Youth, indica que, con cursos de crianza positiva, se puede cambiar la tendencia de los jóvenes a tomar algún estimulante, no parece suficiente, lo que sí, se puede decir, es que existe, una nutrida burocracia de la Secretaría de Educación de Guanajuato, la Secretaría de Salud y el DIF, que son los que recibieron los fondos dedicados a la iniciativa que se supone responde a estos problemas.
Es urgente que las instituciones implicadas en ese programa intervengan de la forma operativa, en que se supone el gobierno debe de actuar, cuando este fenómeno que se repite en muchas escuelas de la ciudad.
Se ofrecen costosas becas, pero nadie las pide, las autoridades que procuran justicia de los niños niñas y adolescentes, confirman que las carpetas de violencia intrafamiliar se han triplicado en los últimos meses, desde que se regresó a clases presenciales, muchas de ellas, alerta, son resultado del consumo de cristal.
Sin duda, es un panorama desalentador, la realidad que se vive en cualquier escuela de educación del estado, en un mar de irresponsabilidad de autoridades y padres de familia que dejan al alcance de sus hijos todo tipo de sustancias legales o ilegales… cada vez más consumidas en el país.