El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que los procesos contra su antecesor Enrique Peña Nieto por presuntos actos de corrupción por delitos como enriquecimiento ilícito, lavado de dinero e incluso de carácter electoral, entre otros, tienen que seguir su curso, ya que el Ejecutivo no puede pedirle al fiscal que no actúe.

El mandatario federal precisó que si su administración tuviera el objetivo de enfrascarse en un proceso legal en contra de los ex presidentes, se hubiera presentado una denuncia desde el ejecutivo desde el principio de la administración sin necesidad de hacer una consulta popular.

Finalmente López Obrador insistió en que su punto de vista frente a enjuiciar ex presidentes es mirar hacia adelante y trabajar para que no se repitan actos ilegales y de corrupción.