El enemigo silencioso de esta temporada decembrina son los incendios a pastizal y la imprudencia de la ciudadania esta acabando con los ecosistemas de la región

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Incendios de pastizal, más común de lo que nos gustaría admitirlo, su proliferación en esta etapa decembrina ya enciende focos rojos por la inconciencia de la población que continúa provocando incendios o producto de detonar cuetes sin control.

Los culpables inician una quema de pastizal, local comercial, casa habitación o en casos más graves, el cerro completo por la negligencia de lo que una pequeña chispa puede provocar en ambientes no controlados.

La quema de pastizales provocadas por incendios intencionales constituye un daño irreparable al medio ambiente. Esta acción trae aparejado un aumento en los accidentes viales como también importantes consecuencias en la salud de los habitantes alérgicos y no alérgicos.

Las partículas producidas por el polvo de las cenizas ocasionan alteraciones respiratorias tanto a nivel respiratorio superior con estornudo, irritación ocular, congestión nasal etc. Como síntomas respiratorios Inferiores (tos, falta de aire, silbido en el pecho). Producen además exacerbaciones del asma, de enfermedades alérgicas y Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), También produce aumento de procesos infecciosos como sinusitis y neumonía.

La destrucción de habitats naturales, continúa siendo en la capital un grave problema, mientras la sociedad continue permitiendo el consumo de pirotecnia a menores de edad o el nulo cuidado al medio ambiente, situaciones por las que el aire en la capital es de tan mala calidad.

Tan solo el pasado fin de semana se atendieron más de 10 reportes de incendios de pastizal en solo 48 horas.