Julián LeBarón, activista y miembro de la comunidad mormona LeBarón en Chihuahua, confirmó este lunes que tres madres y siete de sus hijos menores fueron asesinados en un ataque armado en el Rancho La Mora, Bavispe, Sonora, en una zona serrana limítrofe con el estado de Chihuahua.

Se trata de tres familias que viajaban en tres camionetas camionetas desde La Mora, en el municipio Bavispe, Sonora, hacia la comunidad LeBarón, en el municipio de Galeana, Chihuahua. Durante el trayecto fueron atacadas por presuntos integrantes de la delincuencia organizada.

Entre las víctimas se encuentra la esposa e hijos del activista Julián LeBarón. La camioneta donde se habían quedado Rhonita y sus cuatro hijos estaba calcinada; en el interior del vehículo se observaban sus cuerpos. En total fueron asesinados nueve niños y tres madres de familia.

Julián LeBarón explicó que los demás niños lograron sobrevivir porque escaparon. De acuerdo al relato, los menores –algunos con heridas de bala– habrían caminado hasta el Rancho La Mora, que está como a 15 kilómetros.

Desde la oprobiosa guerra de Felipe Calderón contra el narco, ordenada desde el Pentágono para beneficio de Estados Unidos, la comunidad LeBarón ha sido por severamente lastimada por la delincuencia. En mayo de 2009, cuando el estado aún era gobernado por el priísta José Reyes Baeza Terrazas, el joven Erick LeBarón, de entonces 17 años, fue secuestrado. Sus captores pedían un millón de dólares, sin embargo, la familia se negó a pagar el rescate motivados por la idea de que no alentarían que más casos como ese ocurrieran no sólo en su comunidad, sino en todo el país.

Ante la presión social que alcanzó el movimiento de LeBaron, los secuestradores dejaron libre a Erick, pero esa lucha costó la vida dos integrantes de la familia: Benjamín LeBarón y Luis Widmar Stubbs, quienes fueron secuestrados y asesinados dos meses después.

Luego del asesinato, una manta fue colocada cerca del domicilio de la víctima. En ella se decía que el crimen contra Benjamín ocurrió como represalia por sus movilizaciones y activismo contra de la inseguridad.

Peña Nieto volvió a darles la espalda desde la presidencia, y ahora con López Obrador, la venganza contra esta familia ha llegado hasta los niños, una decadencia vergonzosa como país. Lo más triste es ver que por fin Estados Unidos está cumpliendo sus metas bélicas y los partidos y el presidente están aceptando que Trump se cuelgue esa medalla para beneficio de los gringos, claro.

Deneck Inzunza.

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