La estructura económica, es decir, la pobreza económica ha generado la precariedad del trabajo que ha obligado a las parejas a trabajar los dos por dinero que no alcanza, lo que ha alejado a los padres de los hijos y generado violencia ante la incertidumbre de tener para vivir, es el diagnóstico lapidario que arrojan los tejedores sociales del Programa de Reconstrucción del Tejido Social, que presentó su primer informe.

Durante el 2019, el programa se desplegó en Divino Preso, Cata, Mellado y Valenciana, donde se realizaron actividades orientadas a sensibilizar a los vecinos, comprender las causas de la fragmentación social y aprender a escuchar y expresar diversas percepciones en círculos de reencuentro. Se rescataron espacios públicos, se lograron narrativas personales y conexiones con los demás, tres aspectos fundamentales para iniciar el proceso transformacional.

 

Deneck Inzunza.