El centro histórico de Guanajuato, sus inmuebles, calles y fachadas, han sido víctimas de la gentrificación, un concepto urbano que define el empobrecimiento paulatino de los habitantes del centro que se ven obligados a migrar a colonias periféricas presionados por la especulación financiera de personas de una condición económica superior que sí pueden pagar el incremento sustancial y artificial del costo de inmuebles, hospedajes y servicios.

Las clases medias se empobrecen y son desplazadas por personas de estatus económico superior, mientras la demanda inmobiliaria se internacionaliza a través de otro fenómeno, llamado turistización de los centros urbanos, mediante el turismo de recursos, y casas en plazuelas y callejones se improvisan como hoteles boutique, por mencionar un ejemplo.

La gentrificación dejó de ser un fenómeno social espontáneo o movilidad socioeconómica de una población, hasta convertirse en una estructura financiera insostenible, fundamentada en deuda pública para millones y fondos de inversión ganadores.

No obstante, el proceso de turistización es más nocivo en sus efectos porque sustituye a una población local por una no población, y además afecta mucho más rápido. Este proceso tiene especial relevancia en los últimos años en ciudades con importante potencial turístico y relevancia económica.

En este contexto, llegó AirBnB. La irrupción de las plataformas de alojamiento turístico ha generado nuevas oportunidades especulativas para parte de desarrolladores inmobiliarios que ha disparado los precios de viviendas y alquiler, aunque sea en un fraccionamiento alejado de todo.

En ocasiones, también se utiliza para analizar usos de suelo comerciales o de servicios. Por ejemplo, la construcción de centros comerciales o tiendas pertenecientes a grandes cadenas, relegando a los pequeños negocios.

Deneck Inzunza.

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