Incumple su palabra el Director General de Servicios Públicos, Marco Figueroa, debido a que había decidido aceptar el capricho de Capelo a medias, es decir, poniendo un contenedor de basura en el callejón Santo Niño y el otro afectando el turismo y el comercio, además del circuito cultural de la calle Pocitos, pero puede más la orden de un artista que ve afectados sus intereses y ambos contenedores siguen obstruyendo la bahía de carga y descarga y el estacionamiento de motos de la zona. Los vecinos de los callejones se encuentran ya en franca pelea con los de la calle, con un comité de colonos alineados a las órdenes de Capelo que ha puesto a unos contra otros con el aval del titular de Servicios Públicos.

Los vecinos de la calle Pocitos se presentaron al miércoles de atención ciudadana en la plazuela del Truco para tratar el tema con Marco Figueroa, sin embargo se portó prepotente y, a decir de ellos mismos, los calló, no los dejó expresarse. Les dijo que había una autorización para mover los contenedores, pero no lo mostró ni lo ha mostrado. A los vecinos les consta que la orden fue de Capelo a los empleados de limpia, en ningún momento refieren a algún oficio.

Como esta problemática generada por el vacío de autoridad y el capricho de un ciudadano que se siente poderoso ha escalado hasta afectar a toda la zona y a varias actividades productivas, los vecinos han acudido directamente al alcalde, Alejandro Navarro, de quien ya esperan una respuesta contundente por tanta afectación de derechos. Sin embargo, también han buscado a la regidora Cecilia Pöhls Covarrubias, presidente de la Comisión de Servicios Públicos y Mercados, por el riesgo infeccioso que esto provoca en los negocios de alimentos y artículos de la zona, ya que se contaminan con las polvaredas que se levantan cada que los contenedores se vacían.

Este capricho del artista Capelo también ha llegado al regidor Carlos Chávez, quien adoptó al comité de vecinos de cinco señores y aledaños y la noticia de esta afectación le ha sorprendido, pero sobre todo el mal rumbo que ha tomado este comité, ya que no se pueden vender por un cuadro causando daño y además poniendo a unos vecinos en contra de otros. Los comités deben reconstruir el tejido social, no desunirlo más.

 

Deneck Inzunza.