Estas son Las Garras de León:
El apagón de las redes que sufrimos mundialmente, nos dejó la prueba de nuestra dependencia y adicción a la tecnología, y nos pone en predicamentos a la hora de imaginarnos un mundo sin la tecnología que tenemos.
Sin embargo, esas 6 horas de plataformas caídas son un granito de arena para darnos cuenta de la necesidad de reencontrarnos como seres humanos, debido a la devaluación del tiempo que nosotros mismos le hemos dedicado a estas plataformas.
Si un día alguna tormenta solar o experimento de ingeniería social apagara por completo estas tecnologías, lo mejor que podría pasarle al ser humano es reencontrarse consigo mismo y los demás.
Otro apagón que se nos viene es el de las administraciones municipales, que bajan el switch a las 23:59 del sábado y lo suben con nuevos actores en el primer segundo del domingo 10 de octubre.
Los municipios arrancan con nuevos políticos que tienen que encontrar la fórmula para dar resultados y que la gente les crea, va a estar difícil navegar contracorriente cuando su desprestigio es tan exacerbado que las mentadas de madre están a la orden del día y en tiempo real, a través de las redes sociales, donde los vapulean y les dicen lo que la gran mayoría se merece.
De tal forma que recuperar el gobierno de la forma en que lo conocimos será prácticamente imposible, y ahora los gobernantes municipales, estatales y federales deberán buscar empatizar con una sociedad que los aborrece. Tienen que convencer que hay capacidad y rumbo.
Así nosotros los capitalinos, estaremos viviendo la entrada de ¿un nuevo presidente municipal? No. Se trata del mismo, de Alejandro Navarro, que en aquellos años mozos sus máximos anhelos, o al menos los que les contaba a sus cuadernos de doble raya, era que quería ser judicial. Hoy llega a ser presidente municipal, la joya de la corona, por segunda vez consecutiva.
En esta segunda oportunidad son muchos los retos, son muchos los frentes abiertos y muchos malquerientes los que habrán de hacer de todo para hacerle la vida imposible y no dejar que su luz brille, que no prospere y que su marca y nombre no sean bien recordados.
Por eso se requiere de las alianzas justas y necesarias para poder llegar a los corazones de las mayorías, para ello debe de buscar realmente a la gente que lo apoye y que no le esté restando, pues conocemos sus grupos azules, de sus máximos amigos que son amigos de sus enemigos y que ya se han buscado la forma en que se tropiece.
Algo que no nos llama la atención, porque ya lo sabíamos sin la necesidad de ser brujos, y que hoy se está dando, como este león ya se lo había dicho, es que la maestra Martha Delgado Zárate será la secretaria del Ayuntamiento, renunciando a un cargo irrenunciable y aceptar un puesto que es harto difícil porque se requiere de tener no sólo la expertiz en política, sino ser como los elefantes, la piel gruesa para que no le duelan los trancazos, las orejas grandes para poder escuchar, la trompa larga para poder expresarse y la cola corta. No se ve por dónde, con la personalidad de la maestra, la verdad es que esto no tiene asidero.
El presidente municipal necesita urgentemente redireccionar el barco, necesita hacerles saber a sus marineros que existe derrotero, y que este no es solamente hacer buenos negocios en una administración pública, sino dejar huella y trascender como quienes realmente supieron hacer historia para esta ciudad. Todo apunta a que así será si el presidente atiende correctamente los cambios olvidados y a deshacerse de esos lastres que no le permiten ni siquiera ya no correr, sino moverse, por supuesto, los que él mismo se ha impuesto, como su primera regidora, que no deja de provocarle dolores de cabeza al irse por la libre y generar un cúmulo de malquerientes que sólo siguen abriendo frentes que se le van a la yugular al presidente, pues esta mujer que se ha ganado a pulso la mala fama de no sólo ser mala persona, sino supuestamente corrupta y vengativa, pues es un buen momento en pensar seriamente quién sigue en el barco y quién tiene qué dejarlo.
Otro terrible apagón, es el de los gobiernos federal, estatal y municipal que han dejado abandonados a su suerte a los habitantes de Abasolo, que parece experimento de estado fallido.
Tal parece ser que se ha roto el pacto social de poner el piso más parejo y darle oportunidades a los que menos tienen. Ahora, en el estado de indefensión en que se encuentran estos pobres guanajuatenses, ya no saben a qué santo rezarle, pues sus autoridades simplemente los dejaron abandonados a su suerte.
Por mucho que digan que los ayudan, la neta es que les dan una baratija, se sacan la foto y se largan sin solucionar jodida sea la cosa.
Otro apagón que hemos sufrido dos años es el de los fideicomisos, entre ellos el de los pueblos mineros, pues el presidente López Obrador no ha creado otra manera de que las empresas que se llevan la riqueza de la zona, sí, esa que hay en el bendito subsuelo, dejen algo en beneficio de los pueblos, que ni caminos dignos tienen. La 4T desdeñó la justicia social para que parte de esas carretonadas de dinero se quedaran para el beneficio de los habitantes.
Son pueblos ricos por dentro y pobres por fuera, las empresas se llevan lo de abajo y le pintan uñitas a lo de arriba.
Este no fue apagón, ni arañazo, este fue zarpazo de tigre en Cerrito de Marfil, donde uno de los gallones principales del gobierno de Oliva, forrado de billetes ha invertido en bienes raíces, y ha hecho valer su corazoncito azul para que ningún gobierno, ni estatal ni municipal se le ponga al tiro con su desarrollo inmobiliario millonario y súper exclusivo.
Y estas fueron Las Garras de León… Miau.