La desaparición de poderes consiste en que el Senado de la República, que es el único que puede hacerlo, decide que en un estado de han violado los preceptos constitucionales ennumerados en la ley reglamentaria de la fracción V del artículo 76. Es decir, faltas tan graves y delicadas que actualmente no existen en México, además de que el proceso es tan complicado que prácticamente los señores del PAN y Morena están haciendo berrinches dentro de sus golpeteos políticos en lugar de hacer política de nivel.

El PAN pide que desaparezcan poderes en Veracruz, gobernado por Morena, y Morena que desaparezcan poderes en Guanajuato y Tamaulipas, gobernados por el PAN. ¿Alcanza a captar el nivel de revancha política?

La desaparición de poderes implicaría que se desconozca y retire de funciones de un solo trancazo al gobernador, diputados y magistrados, algo que en todo momento sería violento, con la aplicación de la fuerza del estado que de seguro los grupos de poder no aceptarían. Estamos hablando de escenarios trágicos que han sido subidos a tribuna del Senado y con los que no se puede estar jugando por la paz del país, pero a estos partidos políticos les venimos valiendo un cacahuate en su guerra sucia y revanchismos políticos y quizás si midieron las consecuencias, pero les importan más sus intereses creados.

Estos son amagues, son fintas, es el clásico te traigo finto, te traigo finto. Hay que recordar que Carlos Salinas trató de que el Senado desapareciera poderes en Chiapas después del levantamiento armado y ni ese caso ni con todo el poder que ostentaba se pudo lograr. Esto, como puede apreciar, no es de caprichos, es un caso muy serio.

En su respuesta, Diego Sinhué aprovecha para deslindar al presidente López Obrador de estos amagues, asegurando que los guanajuatenses respetan al presidente de la república, sin embargo su referencia a la historia es bélica, definitivamente bélica, una amenaza soterrada.

El gobierno de Guanajuato ya está operando para cerrar filas con el gobernador Diego Sinhué Rodríguez Vallejo, incluso como una forma de presionar mediáticamente al mismo Partido Acción Nacional, roto y en pugna interna en el estado. Y ¡vaya!, está bien, no podemos culparlos por aprovechar este berrinchote subnormal que nos deja ver una casta dorada de políticos que no tienen ninguna necesidad de hacer las cosas bien y en provecho social, no tienen necesidad porque no les exigimos que se comporten a la altura de su chamba, no tiene necesidad porque aún haciendo estos pataleos la gente les sigue creyendo y siguen teniendo defensores.

Ahora el berrinche pasa a comisiones, el circo continuará en los drenajes del Senado mientras se hacen los amarres para que sigan gastando nuestro dinero en sus guerritas, porque, analice, para desaparecer poderes o salirse del pacto federal, hacen falta muchos pantalones y estatura política que en realidad ninguno tiene, están a años luz de distancia del más poco agraciado de los estadistas.

 

Deneck Inzunza.

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