Hartos de engaños, de ilusiones rotas, de promesas que no son cumplidas, peticiones de dinero y cobro de favores, los ciudadanos de Guanajuato ahora tienen que soportar que los colectivos y asociaciones civiles que supuestamente velan por los intereses de los capitalinos tienen en sus filas personajes que no son de aquí. Sencillamente no conocen la realidad guanajuatense porque no son originarios de la capital.

En parte culpan de esta situación a que los guanajuatenses no hacen nada por ellos mismos, y que son un campo fértil para que vengan de fuera a engañarlos y sacarles dinero. Comentan que así ha sido siempre, esos colectivos persiguen sus propios intereses y terminan engañando y despojando a los capitalinos para luego perderse en el olvido porque el cuevanense no tiene memoria.

El caso de Guanajuato Despertó es un ejemplo donde se generó cierta ilusión y terminó en total decepción porque otra vez cayeron en las trampas de seudolíderes que buscan sus propios intereses mezquinos. Hay un sector poblacional que piensa que es por culpa de los mismos guanajuatenses porque son apáticos y necesitan que alguien les diga qué hay qué hacer, y con estas características son presa fácil, carne de cañón, zombies obedientes que caen en las garras de un juego perverso donde ellos van a perder, muchas veces en manos de foráneos, de gente de fuera que viene a hacer su agosto con el guanajuatense manipulado.

Falta humanidad para los de aquí, ni gobierno ni esos grupos apoyan, más bien juegan de contrarios. Falta humanidad, la sociedad está enferma grave.

Informó Deneck Inzunza.