Desde los desastrosos cambios de los años 70’s, donde se empezaron a implementar los locales comerciales de comida corrida, que volvieron a este lugar una enorme fonda mal oliente, pues junto con estos comercios llego uno de los graves problemas del mercado , la basura y la falta de capacidad para recoger los desechos generados por las fondas, que triplicaron la producción de desechos, que trajo como consecuencia una plaga de ratas que durante muchos años golpeo al mercado , su arquitectura y su imagen turística.

 

 

Así mismo llegaron la implementación de servicios de electricidad en un nuevo giro comercial, la necesidad de una nueva tolva de basura para cubrir la demanda de basura , la plaga de ratas, la implementación de telefonía , nuevos negocios que nada tenían que ver con el giro comercial , el apoderamiento irracional de espacios comerciales dentro del inmueble, la venta de productos de procedencia asiática, el descuido que se le ha dado  por parte de los propios locatarios y de las autoridades correspondientes.

 

 

Aunque este emblemático lugar ya fue catalogado por el INAH como parte del patrimonio cultural de Guanajuato, sus condiciones no son las de un lugar de esta categoría, ya que al paso de los años le ha pesado gravemente a este sitio , provocando que luzca viejo , descuidado y que a simple vista ya no resulta ser un atractivo turístico para los visitantes.

 

Entre la comida, la venta irregular, las malas condiciones de seguridad , el desbasto de productos de primera necesidad, el descuido, la suciedad, las plagas y comercios en desaparición es como se mantiene a flote hoy , lo que un día fuera la joya de los mercados del estado de Guanajuato .

 

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